Lo más importante es comenzar por entender tus ingresos, gastos y establecer un presupuesto. A partir de ahí, puedes educarte sobre temas como el ahorro, la inversión y la gestión de deudas. Libros, podcasts y cursos de finanzas personales son excelentes recursos para empezar.
Puedes comenzar invirtiendo pequeñas cantidades en plataformas que permiten inversión con poco capital, como los ETF o aplicaciones de microinversión. La clave es invertir consistentemente, sin importar el monto inicial.
La mejor estrategia es crear un plan para pagar tus deudas de manera sistemática. Puedes usar métodos como la "bola de nieve" (pagar primero las deudas más pequeñas) o la "avalancha" (pagar primero las deudas con mayor interés). Considera refinanciar si es posible y evita acumular más deudas durante este proceso.
El primer paso es establecer un objetivo, idealmente entre 3 a 6 meses de tus gastos fijos. Ahorra de forma automática una parte de tus ingresos mensuales hasta alcanzar esa cantidad. Es fundamental no tocar este fondo salvo en casos de verdadera emergencia.
Una buena opción es usar el método 50/30/20, donde el 50% de tus ingresos va a necesidades, el 30% a deseos, y el 20% al ahorro y pago de deudas. Utiliza herramientas digitales o apps que te ayuden a controlar tus ingresos y gastos.
Inversiones de bajo riesgo, como los ETF o los fondos indexados, son ideales para principiantes. Estos proporcionan diversificación y tienden a tener menores costos de gestión. También es recomendable informarse sobre inversiones a largo plazo.
Crea un plan de gastos que se ajuste a tu presupuesto. Antes de hacer una compra, espera al menos 24 horas para evaluar si realmente la necesitas. También puedes usar técnicas como separar una parte específica de tu presupuesto para gastos "impulsivos" o recreativos.
Ahorrar significa guardar dinero para necesidades a corto plazo o para emergencias, generalmente en cuentas de ahorro. Invertir es poner tu dinero a trabajar para generar rendimientos a largo plazo, asumiendo algún nivel de riesgo.
Mantener un buen historial crediticio es clave para obtener préstamos con tasas de interés favorables. Monitorea regularmente tu puntaje crediticio, paga tus tarjetas y deudas a tiempo, y mantén un nivel de deuda manejable.
Depende de tu estilo de vida, pero una buena regla general es tener ahorrado entre 25 a 30 veces tus gastos anuales al momento de retirarte. Utiliza herramientas de planificación de jubilación para estimar tus necesidades.